lunes, 2 de junio de 2008

Diario de Alcalá :"Hay pisos que ya valen 60.000 euros menos"


La casa de Antonio bajó ayer 30.000 euros en una hora. Cuando llegó a la céntrica inmobiliaria donde trata de vender su piso le notificaron que tenía una oferta, aunque era a la baja: trato hecho. Esta secuencia hubiese sido impensable hace justo un año. Pero muchos propietarios saben que en pocos meses el piso les puede quemar en las manos porque cada vez es más difícil vender. “Prefiero venderlo a ese precio a tenerlo parado”, fue su explicación.

En Alcalá no hay quien venda un piso. Es la queja de varios agentes inmobiliarios consultados por este periódico, aunque la gran mayoría se muestra tranquilo de cara al futuro pese a que saben que lo peor no ha pasado.

Las grandes cifras que manejan los bancos tienen nombres concretos. En Juan XXIII unos propietarios pusieron su piso en venta el año pasado por 51 millones de las antiguas pesetas. Hoy han bajado a 41 millones y la casa no se ha vendido todavía, “pese a que se trata de un piso totalmente reformado y de tres habitaciones”, explica un agente inmobiliario de la ciudad. “El problema es que no se sabe todavía cuál es la oferta y cuál es la demanda”, explica Alejandro de Lama, de Look&Find, que recuerda que mucha gente ha puesto precio a su piso en función de la situación que había antes.

Pero la situación es bien distinta: “Los pisos están bajando de precio ya”, explica De Lama, “los caros hasta 30.000 euros y los baratos entre 10.000 y 15.000 euros”. Los pisos nuevos no son una excepción: “En el Ensanche hemos vendido un piso por 46 millones que ha estado en venta por 54”, explica otro comercial que admite que las bajadas de un 10% en el precio son “habituales ya”. Con todo, cree que los pisos nuevos en zonas en desarrollo serán los primeros en recuperarse.

Peor lo van a llevar los pisos en los pueblos de la zona. Hasta hace poco eran la alternativa para todos aquellos que no lograban reunir dinero para una vivienda en la ciudad. “La gente se los compraba fuese donde fuese y sabían que estaban haciendo un buen negocio porque lo venderían un día”, explica el mismo vendedor.

Sin embargo, ahora la cosa es muy distinta. “El comprador ha pasado a tener la sartén por el mango”, dice Alberto Moreno, de Inverhouse, otra inmobiliaria de la ciudad. Acaba de vender un chalet en Torrejón del Rey que en septiembre de 2007 salió a la venta por 41 millones de las antiguas pesetas. Hoy hay que quedarse en 200.000 euros para venderlo.
El mercado, dicen los economistas, no tiene alma. Y cuando hay menos compradores las condiciones son mejores. Eso sí: hace falta lograr un préstamo. Y aunque las casas bajen de precio, las condiciones nunca fueron tan difíciles. Los bancos, explican los expertos, tienen menos liquidez y ya empieza a asomar la morosidad entre los que se han hipotecado recientemente. Nadie quiere embargar pisos que van a valer menos cada mes “por lo que muchos están aguantando para que sus clientes puedan pagar”.

El Euribor no ayuda. El indicador más utilizado para el cálculo de hipotecas cierra mayo en el 4,994% y se queda a dos décimas de su máximo histórico, el 5,248%, alcanzado en agosto de 2000. Este dato, incrementará en más de 640 euros las hipotecas con revisión anual contratadas en mayo de 2007.