viernes, 10 de octubre de 2008

El Mundo:"Nuevos materiales y el CTE marcan el futuro del sector"

LA APLICACIÓN DEL NUEVO CÓDIGO TÉCNICO Y EL USO DE LA MADERA O EL ACERO, SOLUCIONES PARA SUPERAR EL REAJUSTE DEL MERCADO
La industria de la construcción está acometiendo un importante esfuerzo para mejorar más la calidad de sus productos y seguir siendo competitivos en un momento en que el mercado busca salidas para superar la crisis. El rigor y la agilidad en aplicar el Código Técnico de la Edificación (CTE) y el uso de nuevos materiales que puedan abaratar costes se dibujan como algunas de las salidas que este sector muestra a los promotores para afrontar los nuevos tiempos y que fueron presentadas durante la décima edición de Construtec, en el recinto ferial de Ifema de Madrid.

En este sentido, uno de los segmentos que mayor relevancia viene adquiriendo en los últimos tiempos, fuertemente comprometido con los retos de esta industria, es el de la madera. «Es uno de los mejores elementos constructivos, ya que a sus características estéticas suma su condición de material ecológico de primer orden», explica Alberto Romero, secretario general de la Asociación Española de Importadores de Madera (AEIM).

Se trata de un material con «infinidad de posibilidades», tanto en el aspecto de construcción como en el decorativo, «el problema es que los arquitectos aún no las conocen, pero creo que el momento que atravesamos les hará interesarse por él», pronostica.

¿Y cómo se puede lograr que los profesionales de la arquitectura descubran las ventajas de la madera? Pues con grandes referentes que les sirvan de inspiración. Así, Romero procura poner siempre ejemplos como el de Norman Foster o Rafael Moneo, reconocidos arquitectos de prestigio mundial que han utilizado la madera en varios de sus proyectos. Además, hay tal variedad de especies que se puede elegir aquella que se ajuste más a los costes.

De la misma opinión es Carlos Kasner, director en España de la American Hardwood Export Council (AHEC): «La madera es un material que exige muy poca energía para su transformación y tiene muy buenas cualidades como aislante térmico y acústico». Asimismo, Kasner apuesta por traer a España dos especies muy comunes en Estados Unidos como son el roble rojo y la madera de Tulipwood, que «tienen muchísimo potencial y se trabajan estupendamente».

Respecto al futuro, ambos expertos se muestran de acuerdo en que éste se presenta prometedor gracias a la aplicación del nuevo Código Técnico de la Edificación, ya que esta norma incluye a la madera como material de construcción y establece una normativa de cálculo que facilitará enormemente el trabajo a los arquitectos.

Y es que, en base al momento que atraviesa el sector, «es hora de ser imaginativos y no quedarse parados», reivindica Kasner, porque «sólo así se podrá salir de esta situación, con imaginación y diseño para atraer al mercado». «En tiempos de crisis hay que apostar por la calidad, que es rentable, y por el componente medioambiental», concluye.

Por otro lado, el sector del acero también está fuertemente comprometido con los retos de mejorar la competitividad, el respeto al Medio Ambiente, la seguridad y la calidad de vida. «Se trata de un sector de la construcción sostenible y con un futuro prometedor», por el mayor uso de este material, según apuntan desde la Asociación para la Promoción Técnica del Acero (APTA). De hecho, España es el cuarto país de la Unión Europea y el decimocuarto mundial productor de acero. Algunas de las prestaciones que están contribuyendo decisivamente a incrementar su aceptación como material para la construcción, al igual que en el caso de la madera, son que «es reciclable y es eficiente energéticamente, por tanto, más ecológico», precisan desde la asociación.

Prefabricados modulares

Otra solución viene desde la Asociación Española de Fabricantes y Arrendadores de Construcciones Prefabricadas Modulares (Aefam), cuyas ventajas expone Daniel Baeza, arquitecto y miembro de la organización. «Se trata de una construcción simple, apta para muchos tipos de edificaciones: viviendas, oficinas, restaurantes..., y cuyo coste recoge una amplia franja para que se adapte a todos los bolsillos», explica.

Entre sus ventajas, destacan «la rapidez de construcción, la versatilidad de productos que se pueden utilizar y, sobre todo, su posibilidad de transformación». En este sentido, indica Baeza, «estamos hablando de que, por ejemplo, si una empresa construye un edificio de oficinas y, posteriormente, la compañía crece y necesita más espacio, la construcción puede ampliarse y aumentar sus pisos de forma rápida y sencilla».

Así, este arquitecto anima a las empresas a que descubran este método de construcción y a que «se quiten de la cabeza esa idea preconcebida de que lo prefabricado es cutre, porque es un concepto completamente equivocado, ya que la calidad final es la misma».
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